Canadá debilita la ciudadanía mientras Australia refuerza
Canadá tiene las normas de inmigración con más debilidad en el mundo de habla inglesa.
Bajo el gobierno del Primer Ministro Justin Trudeau, Canadá ha reducido las barreras de ciudadanía mientras que otros en todo Occidente se dirigen en la dirección opuesta.
Nuestros aliados están reforzando las normas de ciudadanía para cumplir con la nueva realidad de que nuestras fronteras (y cada vez más, nuestros valores) están bajo asedio.
Australia es el país más reciente en enfrentar el problema, como el primer ministro de centro-derecha Malcolm Turnbull anunció cambios radicales al marco de ciudadanía e inmigración de su país.
Australia reducirá su ingesta de inmigración, casquillo de la edad máxima para los trabajadores calificados en 45, y trajo un nuevo requisito de idioma inglés para todos los nuevos residentes.
Para podre ser elegidos para una ciudadanía en Australia, los recién llegados ahora deben vivir en Australia por cuatro años, acreditar una prueba de idioma inglés así como una prueba cívica, o como es denominado; una prueba de “Valores Australianos”.
Cuando se trata de definir los valores australianos, Turnbull dice, franfly, “Estamos definidos por un compromiso con valores comunes, valores políticos, la regla de la ley, democracia, libertad, respeto mutuo, equidad para hombres y mujeres”.
Imagina eso. Un país seguro de sí mismo, puede reestructurar su sistema de inmigración y solicitar a los recién llegados acreditar su prueba de valores, sin divagar en histerias.
En Canadá, la sugerencia de que los valores Canadienses existen ha llevado a un sinfín de agarre de perlas y de arrastre de barro de las élites. Solo hay que ver lo que ocurrió a Kellie Leitch.
Las elites liberales en la política y los medios de comunicación lanzaron una campaña para condenar Leitch para el crimen de Canadá sugiriendo un conjunto común de valores que vale la pena defender.
Por otra parte, estas elites aclaman a Justin Trudeu, mientras sigue devaluando lo que significa ser Canadiense.
Trudeau dijo a la revista New York Times que Canadá no ha tenido “una identidad central ni una corriente principal” como refirió a su visión de un estado «post nacional». Al mismo tiempo, el gobierno de Trudeau estuvo ocupado con la legislación para permitir al recién llegado acceso rápido y fácil a la ciudadanía canadiense.
La ley propuesta C-6 de Trudeau descarta el teste de idioma inglés para aquellos mayores de 54 años de edad, reduciendo la cantidad de tiempo que se necesita en Canadá para convertirse en ciudadano (a tan solo tres años de residencia a tiempo parcial) y quizá la peor parte de esto, devuelve la ciudadanía un terrorista convicto.
Por razones políticamente clínicas, los Liberales reducen sus barreras para ciudadanía Canadiense.
Después de años de cuidadosos estudios y amplias consultas, el anterior gobierno Conservador bajo el mando de Stephen Harper ha hecho algunos cambios para fortalecer la ciudadanía. Casi como las normas australianas, Canadá ha comenzado a solicitar mayor tiempo en Canadá, un amplio teste de lenguaje y un mejor conocimiento de los valores y la historia de Canadá.
Unos meses después de ser electo, aun cuando, los liberales de Trudeau desechaban estos cambios, fue incluso más lejos para reducir las barreras para la ciudadanía.
Cuando se le preguntó si su gobierno tenía pruebas o datos para explicar la razón para la eliminación de la prueba de idioma para muchos recién llegados, el ex Primer Ministro John McCallum admitió que no tenían ninguno.
El gobierno de Trudeau nunca tenía alguna justificación para aguar nuestras leyes de ciudadanía.
Su única respuesta fue que debería ser más fácil para convertirse en un canadiense (sin reconocer que Canadá ya tiene requisitos de ciudadanía ligeros en comparación con la mayoría de los otros países.
Esto es incluso más el caso ahora de que Australia está dando pasos para fortalecer los valores de ciudadanía.
Los canadienses, mientras tanto, se dejan para ver las bajas aguas del gobierno para significado de nuestra ciudadanía en busca de un sueño «post nacional» de Trudeau, mientras que las élites en los medios de comunicación le alientan.
Fuente: Torontosun
