De pronto, todos quieren ser canadienses

De pronto, todos quieren ser canadienses
Susan Delacourt

Martes 8 de agosto de 2017
Si Canadá fuera un parque temático, tendríamos que estar elevando los precios de las entradas ahora mismo.
Las peticiones para ingresar a Canadá –a través de ambos, como inmigrantes y como refugiados- están a la alza. Parks Canada está reportando un incremento de aproximadamente el 10% en el tránsito a través de los parques nacionales, gracias a los pases libres en honor al 150 aniversario de la Confederación. Están llegando hordas de turistas, algunos de ellos, americanos portadores de armas (no…en serio).
Lo anterior está obligando a los canadienses a confrontar una pregunta inusual este verano: ¿Es posible que seamos tan populares? ¿Nos hemos convertido en la encarnación de un problema del primer mundo?
Y como los oficiales fronterizos reportan observar un significativo aumento de las personas en busca de asilo –principalmente en uno de los cruces fronterizos de Quebec- así mismo una empresa internacional de traslados está también reportando que Canadá se destaca como “favorito” entre las personas que están buscando vivir y trabajar en el extranjero.
El reporte, de la firma inglesa MoveHub, menciona al Primer Ministro Justin Trudeau como uno de los factores en el aumento de la demanda, especialmente a la luz de los cambios en las políticas migratorias en Estados Unidos y Gran Bretaña en el último año.
“El “efecto Trudeau” ha ocasionado que millennials de todo el mundo miren a Canadá en busca de una estancia política más liberal de cara al creciente populismo de la derecha a lo largo de occidente,” dice el reporte, el segundo anual de MoveHub. (Los resultados están basados en el análisis del trabajo de asistencia de traslado de compañías durante 2016, así mismo una encuesta a 2 milpersonas.)
Move Hub pone a Canadá y a Islandia en la categoría de países fríos, una descripción que no tiene nada que ver con el clima. Aparentemente Islandia está disfrutando de un boom de popularidad debido a la serie de televisión Game Of Thrones, mientras Canadá parece estar siendo beneficiado por la comparación entre Trudeau y el Presidente Donald Trump.
En otras palabras, la reputación de los países está siendo construida a partir de una fuerte intriga política –ambas ficticias y de otro tipo.
Aquí está como describe MoveHub lo que Trump ha estado haciendo por la imagen de Trudeau y Canada desde que fue electo hace menos de un año:
“En noviembre de 2016, cuando Trudeau celebró un año en la Oficina, las consultas a MoveHub de traslado a Canadá se duplicaron. Otro pico de popularidad vino en Febrero de 2017 la cual está relacionada con la primera reunión que Trudeau sostuvo con Donald Trump y el frenesí en Twitter por el fascinamiento de Ivanka Trump por el Primer Ministro de Canadá.”
No sé si podemos afirmar que Ivanka Trump estaba “fascinada” con Trudeau, sin embargo es una buena descripción de algunas de las coberturas mediáticas que ha recibido.
Y si Trudeau ha perseguido esta opinión o no, su “marca,” como ellos dicen, es relacionarla de la misma manera con la marca de Canadá. El Primer Ministro, asumo, debe argumentar que su imagen es un activo nacional –mientras mayor publicidad positiva pueda conseguir para Canadá, mayor será la inversión internacional dirigida a nosotros.
“Canadá es un destino muy, muy atractivo en estos momentos,” dijo el Ministro de Inmigración Ahmed Hussen a The House de CBC Radio durante el fin de semana.
Hussen no estaba hablando de inversión o turismo, sin embargo –él estaba hablando del surgimiento de personas tratando de atravesar la frontera Canada/EE.UU como refugiados. CBC ha reportado durante las últimas semanas como el pequeño flujo se ha convertido en incontenible, con al menos 300 personas diariamente a través de un cruce fronterizo cerca de Saint-Bernard-de-Lacolle, Quebec.
Hussen trató de seguir una delicada línea en esta entrevista – aclarando la idea de Canadá como compasiva y agradable, al mismo tiempo desalentando “tienda de asilo.” Señaló que las Naciones Unidas estuvieron de acuerdo con él; su política establece que los solicitantes de asilo sólo deben solicitarlo en el país en el que desembarquen primero.
Sin embrago es difícil culpar a las personas por tratar a los países como destinos de compra cuando las naciones y los líderes están profundamente ligados al negocio de venta. Y aquí es donde nosotros vemos el posible inconveniente de lanzar a Canadá como el antídoto a Trump y las políticas de estilo Trump.
El riesgo no está necesariamente en que Trump nos odie. Está en hacer que otros amen demasiado a Canadá. En un contexto complejo y globalizado, no toda la publicidad es buena publicidad. Tal vez sea necesaria una declaración en letras pequeñas para todos aquellos que podrían estar viendo las fronteras de Canadá como una alternativa totalmente abierta en comparación con la fortaleza América. (Advertencia: No todos somos así de agradables.)
El reporte de MoveHub parece advertir que es mucho más fácil en estos días para los países en estar y pasar de moda. “Los motivos de las personas para mudarse al extranjero se han vuelto cada vez más casuales –no necesariamente basadas en meses de investigación y años de consideración… muchos parecen estar siguiendo las tendencias virtuales referentes a alguna cultura o costumbre en específico.”
Gracioso. Así parece que es como Trump investiga sus políticas de inmigración y refugio antes de tuitearlas al mundo.
Ya sea por accidente o por designio, el Presidente de Estados Unidos está enviando muchos negocios a la frontera canadiense. Ahora los canadienses tendrán que decidir si ellos quieren –o pueden manejar- el aumento en el tránsito.

http://ipolitics.ca/2017/08/08/suddenly-everyone-wants-to-be-canadian/

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