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Alrededor de 140 organizaciones sin fines de lucro que atienden a los recién llegados y refugiados respondieron una encuesta sobre cómo COVID-19 los ha afectado: el 78 por ciento dijo que había perdido los ingresos para recaudar fondos, el 87 por ciento tuvo que interrumpir los servicios que ofrecen, el 44 por ciento tuvo despedir personal y el 21 por ciento ha cerrado sus puertas. Al mismo tiempo, el 52 por ciento dijo que ahora hay aún más demanda por sus servicios.
ONN dijo que lo primero que piden estas agencias es la financiación de la estabilización. Un poco más de la mitad de las organizaciones que han cerrado temporalmente tendrán que cerrar permanentemente dentro de seis meses si no reciben una entrada de efectivo, según la encuesta de ONN.
El primer ministro Justin Trudeau ha anunciado un subsidio salarial del 75 por ciento para organizaciones benéficas, pero Campagnola dijo que MCRS no calificará. Ella dijo que la organización solicitará el subsidio del 10 por ciento que Trudeau había anunciado antes, pero espera que haya más apoyo en camino.
«Sería genial ver algún tipo de apoyo para organizaciones benéficas que están haciendo este tipo de trabajo que literalmente no puede parar», dijo Campagnola. «Necesitamos estar aquí al otro lado de esto».
Tanto Trudeau como Campagnola dijeron que ahora es el momento para que los canadienses den un paso al frente y apoyen a organizaciones benéficas si aún pueden permitírselo.
«Esta es una oportunidad para mostrar quiénes somos como canadienses», dijo Campagnola, «que no solo nos ocupamos de los que nos rodean sino también de los más vulnerables».
