Amsalu Wubante, hugs his daughter Eleni, who is celebrating her first Canada Day in Calgary, Alta, on Tuesday July 1, 2014. Al Charest/Calgary Sun/QMI Agency
El 147° aniversario de Canadá fue muy especial para Amsalu Wubante.
Amsalu Wubante es ahora un canadiense orgulloso después de huir de natal Etiopía a principios de los años 90, esta celebración fue la primera para su hija Eleni, por quien pasó cinco años luchando para llevarla a su hogar adoptivo.
“Significa mucho para mí que estamos todos aquí. Canadá es un gran país y demasiado tranquilo para vivir”, dijo Wubante, el pasado Martes.
Wubante se vio obligado a huir de Etiopía a causa de sus opiniones políticas y pasó años en campos para refugiados antes de finalmente llegar a Canadá en 1997.
Mucho tiempo después de su llegada, Wubante se enteró que tenía una hija, entonces supo que tenía que volver a Etiopía y convirtió en su misión hacer todo lo que estuviera en sus manos para llevarla a su nueva casa y poder darle una vida mejor.
Pero debido a que él no tenía como declarar que tenía hijos cuando llegó a Canadá, consecuencia del fruto de una breve relación, luchó durante cinco años con los funcionarios de inmigración antes de que finalmente pudiera traer a Eleni a su nueva casa.
“Fue muy duro. Llamé a todos los días, tocando todas las puertas”. Dijo Wubante.
Esto finalizó hasta apenas el año pasado, mostrando que su perseverancia finalmente dio sus frutos.
Veinte años después de su nacimiento, Wubante finalmente conoció a Eleni en persona, en un emotivo encuentro en el Aeropuerto Internacional de Calgary en Octubre pasado.
Ella ahora se incorporó a las clases de inglés como su segundo idioma y para acostumbrarse a la diversidad cultural.
“Va muy lento para ella. Ahora en el verano vamos a llevarla a Banff, en las montañas, para que ella pueda volar un poco más alto”. Dijo Wubante.
Como adulto, Eleni, quien cumplirá 21 a finales de este mes, debe vivir en Canadá por tres años antes de que pueda solicitar la ciudadanía. Pero Wubante dijo tan pronto como ella sea capaz, se unirá a él y a su esposa Wegayehu como canadienses aprobados y verdaderos. “Estamos muy orgullosos de ser parte de la familia canadiense”, finalizó.
