MP Jason Kenney, cuando servía como ministro de inmigración en el gobierno de Stephen Harper, nunca pudo convencer a sus colegas del gabinete y a los burócratas para tomar acción sobre el programa de Inversionistas de Quebec. Foto: Adrian Wyld, The Canadian Press Files, vancouversun.com
El gobierno de Quebec, que ejecuta un programa de dinero por visados etiquetado como un «fraude» y «estafa» por los críticos y que dicen que afecta a la Columbia Británica, recibió un número récord de inmigrantes ricos en 2015.
El aumento del 40 por ciento se llevó a cabo un año después de que el anterior gobierno federal conservador se quejara de que los daños del programa superaban sus beneficios y cerraran un esquema para atraer inversionistas idéntico a nivel nacional.
Quebec tiene autonomía para seleccionar sus propios inmigrantes bajo un acuerdo de 1991 con el gobierno federal, por lo que decidió seguir su propio programa.
Los críticos, incluyendo al MP conservador Jason Kenney cuando era ministro de la inmigración, se han quejado de que la gran mayoría de los inmigrantes son inversionistas asiáticos ricos que deshonestamente declaran tener la intención de vivir en Quebec, y a continuación se mudan de inmediato a Toronto y, sobre todo, a Vancouver.
Quebec obtiene los beneficios financieros del programa mientras que el área metropolitana de Vancouver infla precios de la vivienda y añade presión sobre los sistemas de educación y cuidado de la salud pública, los críticos argumentan.
La última evidencia del creciente entusiasmo de Quebec para atraer inmigrantes millonarios provocó críticas del gobierno de BC, que no ha levantado la voz en el tema a pesar de las acusaciones de que el programa ha desempeñado un papel en la crisis de la disponibilidad de viviendas de Vancouver.
«El silencio del gobierno de BC ha sido absolutamente sorprendente», dijo David Eby, MLA del Nuevo Partido Democrático.
«En efecto, se contentan con un programa que trae grandes problemas accesibilidad a la vivienda, al tiempo que permite a muchos migrantes ricos a utilizar los servicios sociales de la Columbia Británica prácticamente de forma gratuita».
La Ministra de Empleo, Shirley Bond, dijo en un comunicado el viernes que Victoria ha planteado «consistentemente» su preocupación a Ottawa sobre la necesidad de un financiamiento de asentamiento adicional para compensar el costo de la «migración secundaria» cuando los inmigrantes desembarcan en otro lugar, y luego se dirigen directamente a la Costa Oeste.
«Estamos en conversaciones activas con el gobierno federal», dijo, señalando que Quebec ha tenido la autoridad durante décadas para seleccionar sus propios inmigrantes.
El número total de solicitantes y miembros de la familia admitidos en el marco del programa de inversionistas inmigrantes de Quebec llegó a algo más de 5,000 el año pasado.
Eso se compara con el total de 3,669 de 2014. El récord anterior era de 4,436 en el año 2012.
Quebec dice aceptará más o menos el mismo número en el año 2016, según el plan de inmigración de la provincia presentado recientemente en la Asamblea Nacional de Quebec.
El anterior gobierno conservador, aunque inicialmente entusiasmados con el programa, pronto cuestionó su valor y redujo drásticamente las admisiones nacionales de un promedio de alrededor de 9,200 en el período 2008-2010 a 3,787 en su último año de 2014.
Cuando los conservadores cerraron el programa en 2014, dijeron que los costos del programa superan con creces los beneficios para los contribuyentes canadienses – especialmente en BC.
El entusiasmo por Quebec durante este período se disparó de poco más de 1,000 en 2008 a cinco veces ese total anual ahora.
Kenney, quien dijo que los solicitantes se tergiversan a sí mismos en sus solicitudes, fueron participes de un «crimen» y «fraude» en 2013, no pudo hacer que los burócratas tomaran medidas antes de que saliera del ministerio de ese mismo año.
La única consecuencia económica positiva que Eby dijo haber presenciado en su sección de Vancouver-Point Grey, punto en donde se enfocó la explosión de los precios de vivienda de Vancouver, fue la apertura de un concesionario Ferrari.
«Aparte de eso, es difícil de averiguar qué beneficio vemos en la Columbia Británica por este programa. Y las desventajas son profundas».
El profesor de la Universidad Simon Fraser, Joshua Gordon, autor de un informe reciente sobre la crisis de la vivienda de Vancouver, en la Columbia Británica, dijo que cada que escucha sobre el programa de Quebec le «consterna», y sin embargo el gobierno de Clark «no va a batear» por ellos.
«La ausencia de cualquier presión pública de los gobiernos de BC sobre los gobiernos federales o de Quebec para finalizar el programa es revelador acerca de la forma en que el gobierno de Clark piensa en el problema de la vivienda», dijo Gordon el viernes.
«Lo que esto sugiere es que la estrategia del gobierno de Clark es continuar alimentando la burbuja de la vivienda, ya que se dan cuenta de que es el principal juego económico en la ciudad, y esperan que las ganancias inesperadas de capital para los beneficiados les consigan la re-elección – y que todo este asunto no se les venga abajo».
Un portavoz del Ministerio de Inmigración de Quebec, por su parte, dijo el viernes que su provincia aumentó las admisiones como resultado de la retirada de Ottawa del campo.
En realidad, Quebec ha reducido el número de solicitudes que ha aceptado en los últimos años, de 2,138 en 2013 a 1,278 en 2015, según Jonathan Lavallee. Indicó que el reciente aumento tuvo que ver con un retraso del procesamiento en el sistema federal – una afirmación que el abogado de inmigración de Vancouver, Richard Kurland, apoya.
El gobierno de Quebec también ha reconocido el problema de la fuga de inmigrantes aceptados, diciendo en un documento de trabajo en el 2014 que sólo una «pequeña minoría» optan por establecerse en Quebec a largo plazo.
Kurland elogió los esfuerzos recientes de Quebec para retener a los inmigrantes más ricos. Una de estas medidas da un trato preferencial a los francófonos.
Las cifras federales no especifican los países de origen de los inmigrantes a través del programa de los inversionistas. Sin embargo, el gobierno de Quebec afirma que 89 por ciento de sus inmigrantes de los inversores este año vendrá de Asia.
El programa de inversionistas de Quebec, por un coste neto que Kurland calcula en $ 125,000 para extranjeros ricos, les permite saltar a la parte delantera de la línea de inmigración, incluso si los solicitantes no hablan una palabra de Inglés o Francés.
El Ministro Federal de Inmigración, John McCallum, dijo en una entrevista reciente que no tiene intención de desafiar a Quebec en su política de inmigración, y una portavoz del departamento dijo que la provincia tiene todo el derecho en virtud de un acuerdo de 1991 entre Canadá y Quebec que le permite establecer su propia política de inmigración.
Kurland dijo que Canadá tiene la autoridad para cerrar el programa de Quebec si se tiene la voluntad política para incomodar a una provincia en la que Trudeau tiene de 40 a 78 asientos.
Desafió la afirmación común de que la Carta de Derechos y Libertades, que garantiza los derechos de movilidad, impide que las autoridades obliguen a los residentes permanentes recién llegados a permanecer en Quebec después de su llegada.
Indicó que todos los derechos de la Carta se someten a la Sección 1 de la Constitución de 1982, que dice que todos los derechos pueden ser circunscritos por «límites razonables prescritos por la ley que puedan justificar de manera demostrable en una sociedad libre y democrática».
Kurland, quien cree que BC debe configurar su propio programa de inversionistas, dijo que un tribunal podría estar convencido de que es «razonable» insistir en que los recién llegados se quedan en la provincia donde declararon la intención de vivir durante sus dos primeros años en Canadá.
Eso podría ser aplicado al exigir a los solicitantes exitosos que renuncien la inversión total de $800,000 si se mudan de la provincia antes de ese tiempo.
«La Carta tiene una prueba de dos partes. La violación de los derechos no es el final del debate «.
Ian Young, corresponsal de Vancouver para el South China Morning Post, hizo eco de la dura evaluación de Kenney en su columna de la semana pasada.
«Es una broma avariciosa perpetrada a Vancouver por Quebec», dijo Young. «Es una estafa, y tiene que parar».
El anterior programa nacional, al igual que la versión continua de Quebec, requiere que los solicitantes tengan un valor neto mínimo de $1.6 millones de dólares y que estén preparados para invertir $ 800,000 por en cinco años en Canadá.
Sin embargo, la inversión es en la forma de un préstamo garantizado de cinco años, con la consigna de ser devuelta después de ese período. Los intereses devengados por la inversión – cada vez menores a medida que las tasas de interés se han reducido en Canadá – se retenían y se invertían en la provincia a la que el solicitante mostraba interés en inmigrar.
Kurland dijo que el costo neto del financiamiento, incluyendo los honorarios, comisiones y costos de interés, es de alrededor de $125,000.
