NATIONAL POST
Jennifer Hough | June 24, 2014 | Last Updated: Jun 24 9:32 PM ET
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El programa live-in caregiver en Canadá que abastece de nanas baratas en el extranjero “se salió de control” y se reformada en un “futuro cercano”, dijo el Ministro de Trabajo, Jason Kenney.
Mr. Kenney dijo que el programa dirigido por el gobierno permite a las familias, contratar personas del extranjero que puedan mudarse, en un programa de “reunificación familiar”, mediante el cual miles de extranjeros, vienen a trabajar con sus propios familiares en puestos de trabajo que de otro modo no podrían existir.
“Yo estaba en Manila hace unos años para dar un seminario sobre los derechos de niñeras. Yo estaba allí con 70 caregivers que venían a Canadá. Ninguno tenía preguntas sobre los derechos. Los 70 iban a trabajar para parientes en Canadá y todo lo que querían saber era: ¿Cuál era el castigo por trabajar fuera de casa de forma ilegal, y cuánto tiempo les tomaría a patrocinar a los miembros de la familia?”, dijo Kenney durante una reunión de la junta editorial con el National Post el martes.
El programa live-in caregiver llena un vacío en el cuidado de ancianos y niños como parte del programa de trabajadores extranjeros temporales, pero estaba exento de una amplia revisión por parte de Kenney sobre todo por la controversial visa, anunciado la semana pasada.
Es diferente de otras visas de trabajadores temporales en donde los caregivers completan 24 meses de trabajo de tiempo completo, para que después puedan solicitar la residencia permanente en Canadá para ellos y sus familias.
Kenney dijo que su colega, el Ministro de Ciudadanía e Inmigración de Canadá, Chris Alexander, estará anunciando reformas en un futuro cercano, pero no dio detalles sobre lo que serán, o cuando las adelantaran.
El ministro dijo que el número de personas, principalmente en las Filipinas, tratando de obtener la residencia permanente a través de este programa “se salió de control.”
Entre 2008 y 2013, el programa concedió la residencia permanente a más de 60.000 caregivers y sus familias.
Más del 90% de los solicitantes principales son mujeres procedentes de Filipinas.
Un documento del gobierno a partir de 2012, advirtió que hasta el 40% de los solicitantes podría estar utilizando el programa para la reunificación familiar.
En marzo pasado, el número de solicitantes de live-in caregivers y sus familias en espera de obtener la residencia se sitúa en 45.185 aplicaciones, con un promedio de tiempo de espera de cinco años para procesar. Aunque el gobierno afirma que este año adelantará 17.500 solicitudes para aliviar la situación, cada día hay nuevos solicitantes que tienen de dos a cinco personas, las cuales quieren traer a Canadá.
El Departamento de Ciudadanía e Inmigración de Canadá, ha negado publicar las cifras del trabajo pendiente hasta a la fecha, a pesar de las reiteradas peticiones.
Manuela Gruber Hersch, directora de la Asociación de Agencias para niñeras y caregivers, dice que la demanda para estos puestos es enorme, pero que el gobierno ha estado en silencio tratando de contener los números de los últimos años, por lo que es más difícil para las familias a contratar a un cuidador.
Las solicitudes han caído desde un máximo de 20.000 en 2007, a un promedio actual de 9.000 al año.
“Las familias ya no están dispuestas a pasar por todo el papeleo y pagar las cuotas por algo que toma mucho tiempo y podría no funcionar», se menciono.
El efecto knock-on, es un patrón falso que cobran a los solicitantes para ubicarlos en el país, o a un miembro de la familia, mejor conocido como “patrocinar” parientes.
El ex caregiver Terry Olayta, que dirige la Primera Alianza de Cargivers en Ontario-Canadá, rechazó la afirmación de que el programa está siendo utilizado como una forma de la reunificación familiar, llamando a la afirmación “racista”.
“Si se da la circunstancia de que soy un empleador aprobado y me gustaría que alguien viniera aquí a trabajar para mí, entonces ¿Por qué no habría de ser capaz de hacer eso?”, dijo
“Las familias ya no están dispuestas a pasar por la burocracia y pagar por algo que toma mucho tiempo y que podría no funcionar”
Olayta dijo que cada aspecto del programa es “traumática” para los caregivers.
“El sueño es tener una vida mejor, pero hay tantas cosas a considerar, ¿Usted está dejando su propia familia, el trabajo, la comunidad, olvidando quién eres? Si usted no estaba en crisis, ¿Por qué te propones en este tipo de trabajo?”
También menciono, que las mujeres a menudo se sienten atrapadas en el programa y que hay muchas “historias negativas”. “El costo emocional y social es demasiado alto”, dijo.
Audrey Macklin, experto en inmigración y en la Universidad de Toronto, profesor de derecho, dijo que el programa en su forma actual compensa esencialmente a los live-in caregivers con la oportunidad de permanecer en el país después de ser “explotados” durante dos años, con salarios bajos y condiciones laborales indeseables.
Macklin dijo que las opciones son: forzar a las familias a averiguar alguna otra forma de administración; admitir a los live-in caregivers como residentes permanentes desde el primer momento; o admitirlos a una sujeción del gobierno con cuatro años de espera, al igual que otros trabajadores extranjeros temporales.
Richard Kurland, Abogado de Vancouver y Analista de Política en Inmigración, dijo que cree que el programa será desechado por completo, con el fin de no causar estragos en las familias.