John Ivison: La Inmigración debe centrarse en los resultados, no los valores
La líder el partido Conservador, Kellie Leitch, hizo pública su lista de preguntas “Valores Canadienses” para inmigrantes. Ellos llegaron el mismo día que se dio la noticia en Estados Unidos sobre un cuestionario de republicano de Oklahoma, John Bennett, a cualquier mandatario Musulmán, con la esperanza de conocerlo.
Si ella se convierte en Primer Ministro, se propondrá que a los recién llegados, les sean hechas tres preguntas:
“¿Son mujeres y hombres iguales, y con el mismo derecho de protección bajo la ley?
“¿Es correcto forzar o usar violencia algunas veces en contra de un individuo o un grupo que está en desacuerdo con tu punto de vista?”
“¿Reconoces que para tener una buena vida en Canadá, necesitarás trabajar fuerte para proveer a ti a tu familia, que no puedes esperar tener cosas que quieres que te den?”
Las consecuencias de no dar las respuestas correctas no fueron explicadas.
Su rival, Deepak Obhrai no se mostró impresionado.
“La propuesta de la srita. Leitch, de monitorear a cada inmigrante y visitante no es nada, pero la orden ejecutiva de Donald Trump disfrazada de valores canadienses, y hecha a mano para evitar que los musulmanes entren a Canadá, dijo.
La declaración de Leitch continuó diciendo que cada inmigrante potencial solo debe tener una entrevista cara a cara con un oficial de inmigración entrenado, lo cual no es una idea terrible. Ahora están limitados principalmente a los solicitantes conyugales, para confirmar la honradez de las reivindicaciones de matrimonio y un aumento podrían reducir el fraude y la tergiversación que se disparó cuando la práctica terminó en el año 2002.
Pero no son los valores los que necesitan ser reajustados, es la integridad de un sistema de inmigración, exitoso, que se encuentra bajo un creciente estrés después de ser usado como recurso de una fuente del forraje electoral por el Gobierno Liberal.
Una mirada al panorama de migración más reciente de la OCDE muestra cómo el sistema canadiense está atrayendo algunos de los mejores y más brillantes del mundo.
En 2014, 260,400 residentes permanentes fueron admitidos, y más de la mitad de 25 a 64 años en ese grupo, había completado un grado post-secundario. La tasa de empleo para hombres nacidos en el extranjero fue más alta que para los hombres nativos, una estadística que da la mentira a la imagen popular del vividor del bienestar de inmigrantes.
El Partidop conservador modifico el sistema durante su tiempo en el poder, así que la inmigración de clase familiar fue disminuyendo (bajo un 18 por ciento en 2014), mientras que inmigración económica ascendió (aumento 11 por ciento). Nuevos programas como el sistema Express Entry, fueron introducidos para agilizar el proceso de aplicación, para personas calificadas con las habilidades que Canadá necesita.
Pero la elección del 2015 significo un cambio de énfasis. El partido Liberal prometió dar prioridad a la reunificación familiar, otorgar puntos bajo el sistema de Express Entry a los aspirantes con hermanos en Canadá y duplicar el número de solicitudes para los padres y abuelos.
El objetivos de inmigración ha ascendido a 300,000; los requerimientos de visa en México ha salido, el requisito de lenguaje ha sido diluido para solicitantes jóvenes y de la tercer edad, mientras que los requisito de residencia para una ciudadanía se han reducido a tres de cuatro años uno de los más bajos entre países del mismo nivel.
Quizá el ejemplo más notorio de proxenetismo político fue la derogación de la ley que revocó la ciudadanía dual a ciudadanos condenados por terrorismo o traición. Si puedes tener una ciudadanía revocada por falsedad, tiene sentido que después de ser capturado, seas capaz de mantener un plan como explotar carro bombas en el centro de Toronto, como fue el caso con Zaharia Amara, cabecilla del Grupo Toronto 18, que quien hace poco vimos que su ciudadanía fue restablecida.
Las promesas de Justin Trudeau sobre la inmigración tuvieron el impacto deseado, un cambio en la lealtad de un número de minorías visibles a los Liberales. Pero esto no tiene sentido desde una perspectiva de política. Su adopción ya creado una oportunidad para el Partido Conservador para hacer un discurso para que los votantes que concuerdan con el hecho de que la inmigración es una necesidad para el crecimiento económico, sin embargo, no creo que los partidos debieran utilizar una mala política en una guerra de votos.
La idea de incrementar el número de entrevistas cara a cara para inmigrantes es buena, pero el resto del plan de Leitch es impracticable.
Una política de inmigración más sensible, podría olvidar los “valores” y concentrarse en los resultados, donde el foco está en la atracción de trabajadores inteligentes que ayudarán a Canadá a navegar una edad de la automatización y desplazamiento de trabajo.
Fuente: National Post
