TORONTO (Reuters) – Bugan Wigan realizaba el trabajo duro de empaquetar frutas y hacer la limpieza en cuartos de hotel, debido a la situación que ahora vive el Programa de Trabajadores Extranjeros Calificados y los reclutadores de trabajo, fue lo que causo que dentro de Canadá esto signifique que el reloj corre en cuanto a sus reacciones dentro del programa, perdiendo así el empleo y la capacidad para mantener a su familia en las Filipinas.
“Estoy aquí desde hace seis años, lejos de mi familia, tenía la esperanza de poderlos traerlos aquí. Pero ahora, sólo estamos contando nuestros días”, dijo Wigan, de 40 años, que actualmente trabaja en un McDonalds de Vancouver.
Ella es una de las aproximadamente 400.000 personas que llegaron a Canadá bajo el Programa de Trabajadores Extranjeros Temporales del gobierno, el cual está diseñado para cubrir puestos de trabajo para los que no son candidatos canadienses calificados. El programa ha sido muy popular entre los empleadores, englobando alrededor de 100.000 trabajadores en el 2002.
Pero la reacción en su contra también ha crecido como el programa, inicialmente fue diseñado para ayudar a la industria de recursos en crecimiento, y que también se ha expandido a los empleos menos cualificados, especialmente en cadenas de restaurantes como McDonalds y Tim Hortons.
La semana pasada, el gobierno conservador declaró una moratoria en la industria de servicio alimenticios con respecto a la contratación de trabajadores extranjeros temporales después de que los informes de prensa dijeron que algunos restaurantes se habían dejado de lado a los canadienses calificados, haciendo uso de los extranjeros para cubrir las vacantes.
El Ministro de Empleo, Jason Kenney ha reconocido algunos abusos en el sistema y el año pasado comenzó el fuerte cambio hacia las normas para que los empresarios participen en el programa. Prometiendo así, más cambios.
Atrapados en el medio, existen trabajadores como Wigan, quienes albergaban sueños de usar el programa como una plataforma para obtener la residencia permanente. Así, el programa está explícitamente diseñado para ser temporal, algunos trabajadores han sido capaces de utilizar disposiciones que permitan estancias más largas, lo que ha traído como consecuencia cerrar estas instancias, ya que el gobierno está aplicando nuevas normas para frenar la reacción en contra de la contratación de trabajadores extranjeros temporales.
Los trabajadores, dispuestos a doblar turno
Anna, una mujer croata que no quiso usar su verdadero nombre por temor a que el gobierno vaya a seguir su rastro, fue otra de las afectadas por la decisión de Ottawa la semana pasada, para imponer una moratoria sobre el restaurante donde trabaja.
Armado con un título universitario en la agricultura y fuerte en el Inglés, encontró trabajo en un café tan sólo 10 días después de llegar a Toronto en 2012, y ha trabajado allí desde entonces. El ahora solo espera estar fuera de ese puesto cuando su permiso expiraba en diciembre.
“Para mí, es lo peor. Vine aquí legalmente, cumplí con mi parte, pagué mis impuestos, y ahora no me permiten seguir adelante”, dijo Anna, de 29 años, pelo rubio escondido bajo un sombrero de fieltro negro, mientras tomaba un descanso de servir bebidas y sándwiches en el concurrido café en el distrito de moda de Toronto.
“En Croacia, Canadá es visto como un increíble y acogedor país, pero cuando venimos aquí, nos encontramos con problemas como estos”, dijo rompiendo en llanto recordando a su familia que dejó atrás para conseguir un trabajo fijo, en el cual le pagan 12 dólares por hora y así obtener una calidad de vida mejor.
Su jefe también está molesto. Al igual que muchos propietarios de negocios, que ve el programa como una oportunidad de proporcionar a una trabajadora, mano de obra confiable. Los trabajadores que, como un grupo de la industria, mencionaron estar dispuestos a trabajar doble turno.
“¿Dónde están los canadienses cuando ponemos un anuncio en el periódico? ¿Por qué no quieren llegar temprano en la mañana? Ellos no están allí. Y he considerado incrementar el salario para mantener al personal, y al vender mis sándwiches de $42 dólares, pienso pagarles más para conservarlos”, dijo Ali, dueño de tres cafés en Toronto que utiliza a trabajadores extranjeros temporales. Él no quiso dar su nombre real por temor a una reacción violenta en contra de sus empresas.
Más barato, más trabajadores desesperados
Con una tasa nacional de desempleo del 6.9% y el desempleo tan bajo entre el 4.5% y el 4.9% en las provincias de Saskatchewan y Alberta, muchos empleadores se quejan de la escasez de trabajadores calificados o dispuestos, sobre todo en las industrias de minería y energía.
Pero el desempleo juvenil es del 13.6% y los críticos del programa creen que el uso de trabajadores extranjeros en puestos de trabajo poco cualificados aumenta el desempleo y suprime los salarios. Dicen que esto incita a los empleadores a tener acceso a un trabajador más desesperado, barato y maduro para el abuso y sin un camino a la residencia permanente o la ciudadanía.
“Todo el programa está configurado para crear una clase de personas que tienen menos derechos. El programa es por naturaleza de tipo explotador”, dijo Yessy Byl, un trabajador de los derechos humanos a las Libertades Civiles en el Centro de Investigación de Alberta.
Byl, que ha trabajado como defensor de los trabajadores extranjeros durante años, ha oído hablar de muchos tipos de abuso a manos de los empleadores canadienses que prefieren la fidelidad de los trabajadores extranjeros a los caprichos de los trabajadores de alta movilidad canadienses en una economía fuerte.
“Yo no sé qué historia es la peor”, dijo Byl, señalando un ejemplo con unos trabajadores filipinos de hotel, quienes dispararon cuando trataban de salir de la casa de su empleador, quien quería que vivieran con otras 16 personas. Otro ejemplo es con un trabajador mexicano, quien fue terriblemente herido en su primer encuentro sin entrenar con una motosierra.
Muchos sindicatos también están en la mira con sus críticas a los empresarios que emplean a trabajadores extranjeros para evitar el pago de los salarios que los canadienses aceptarían o proponen.
“Por qué no pueden pagar un poco más de dinero para el personal canadiense si ese es su problema? Pero eso sí, pagan el salario mínimo, salarios de hambre, por lo que les da una excusa para traer trabajadores extranjeros temporales que no saben bien y su decisión es simplemente equivocada”. Dijo Joseph Maloney, Vicepresidente de La Fraternidad Internacional para Fogoneros.
Convocatoria hacia el camino de obtener la ciudadanía
La abogada de inmigración, Vanessa Routley, que trabaja sobre todo con empleadores que buscan trabajadores del petróleo, no compra el argumento de que los canadienses están siendo engañados para los puestos de trabajo.
“Yo realmente no creo que tenga ninguna base en la realidad. Nosotros no somos candidatos a aspirar a limpiar las habitaciones de un hotel”, dijo ella.
El miedo de Routley ahora es para los extranjeros que se encuentran en Canadá, trabajando legalmente. Pero frente a la expiración de su permiso, ella cree que muchos tratarán de quedarse ilegalmente, poniéndose en mayor riesgo de abuso.
“La mayoría de ellos no tienen para que volver a su país, así que harán hasta lo imposible para quedarse ilegalmente. Estamos obligando a pasar a lo clandestino, en cuyo caso los riesgos de ser maltratados serán mucho más, tomando en cuenta que este programa ya no dará ninguna protección”.
Grupos de defensa de inmigrantes están pidiendo al gobierno procesar las solicitudes de permisos de trabajo pendientes y ofrecer una manera para que los trabajadores que ya están en Canadá, realicen su aplicación para obtener la residencia permanente, lo cual ayudará a muchos que se quedarán estancados.
Wigan, que dice que es feliz en McDonalds, pero tiene pocas esperanzas de que algo pase para que ella se quedara y se reuniera en Canadá con su hija de 12 años de edad, quien vive con su marido en las Filipinas.
“Si no soy capaz de obtener mi residencia permanente, voy a tener que salir en octubre de 2015 y creo que no tendré otra opción”.