Jueves, 02.27.2014 , 22:26 ( GMT)
Por Gregory James
Estoy en contacto todos los días con personas que desean trabajar en Canadá. Si Canadá relajara las reglas con respecto a los trabajadores extranjeros, no habría escasez de solicitantes. Eso no es necesariamente algo malo, Canadá quiere trabajadores e inmigrantes para ayudar a mantener nuestra economía y nuestra sociedad a ser más fuerte.
Ha habido recientes controversias sobre quién obtiene los permisos de trabajo y en qué circunstancias, y tal vez más al punto, ¿cómo se hacen cumplir las reglas con respecto a los permisos de trabajo? Después de todo, una regla sin colmillos y no ejecutada es como sino existiera.
Como resultado, el gobierno canadiense ha hecho cambios en la forma de permisos de trabajo se emiten y cómo los empleadores y los trabajadores estarán supervisados por el gobierno.
El gobierno quiere hacer un truco de magia e intenta permitir que suficientes trabajadores lleguen a Canadá para mantener felices a los empresarios sin permitir dejar entrar a tantos que los trabajadores canadienses teman que los sueldos y salarios y los beneficios sean presionados a la baja. Este es un ejercicio torpe. Hay un montón de tentaciones para los empleadores canadienses y de parte de los trabajadores extranjeros para abusar del proceso, ya que a menudo se puede ver cuando los trabajadores extranjeros y los empleadores canadienses están dispuestos a conspirar para pagar y aceptar salarios más bajos.
La regla básica es que que si quieres trabajar en Canadá, se tiene que ser ciudadano o residente permanente, o tener un permiso de trabajo. Hay algunas excepciones, en virtud de diversos acuerdos de libre comercio de Canadá, por ejemplo, pero esa es la regla básica.
A los trabajadores extranjeros sólo se les expedirán permisos para trabajar en Canadá si el gobierno canadiense cree que hay una escasez de trabajadores afectados en Canadá y que la economía (por lo general eso significa que las empresas) están siendo perjudicadas o limitadas como resultado.
Así que el gobierno trata de controlar, investigar y castigar cuando se encuentra el abuso. El Gobierno hace esto al exigir a los empleadores que quieren contratar a trabajadores extranjeros solicitar permiso para hacerlo, en la forma de lo que se llama un resultado positivo » Opnión de Empleo Favorable» (LMO), que dice, en efecto, que hay existe escasez de tales trabajadores de la región correspondiente de Canadá para que este documento se pueda aprobar.
Para obtener la LMO positivo, el empleador tiene que demostrar que se han realizado esfuerzos serios para encontrar un canadiense, pero que no tuvieron éxito. Sin un LMO autorizada, en la mayoría de situaciones, es ilegal para el empleador el contratar un trabajador extranjero.
El gobierno canadiense está ampliando su alcance para investigar cómo los empleadores están usando o abusando las LMO.
Los funcionarios del gobierno ahora tendrán poderes adicionales para investigar y llevar a cabo inspecciones para asegurar que los empresarios cumplan con los acuerdos.
A los funcionarios se les permitirá llevar a cabo investigaciones sobre la conducta de los empleadores por un máximo de dos años después de que haya concluido la relación laboral, la prohibición a los empleadores que no cumplan con los requisitos el poderde solicitar otra LMO durante dos años, a publicarlos en una lista negra de empleadores incumplidos, y denegar o revocar las LMO y permisos de trabajo cuando determinen que es lo más apropiado.
He visto muchos casos en los que, obviamente, tanto el empleador como el trabajador, sabían que el salario que el trabajador recibíría era menor que lo que se había prometido cuando el empleador solicitó la LMO. Ninguno de ellos iba a quejarse. El empresario estaba feliz de estar pagando menos de lo que hubiera pagado a un trabajador canadiense y el trabajador extranjero tenía un objetivo más grande, el mantener a su familia fuera de Canadá o para obtener la residencia permanente en Canadá, y no quería poner eso en riesgo.
Ya sea que estos poderes adicionales permitirán al gobierno hacer cumplir las reglas o que estas sean simplemente una distracción, aún está por verse. Pero la protección de los trabajadores extranjeros y de los trabajadores canadienses es obviamente un objetivo serio.
Gregory James es un abogado de inmigración con más de 20 años de experiencia.
