15 de mayo de 2018
Quebec continúa recibiendo la mayoría de los solicitantes de asilo en Canadá, con un 96 por ciento de cruces ilegales en el país hasta el momento en 2018 en su frontera con Estados Unidos, según las recientes estadísticas de la RCMP.
El rápido aumento en el número está impulsando las llamadas de los políticos de la provincia y los grupos comunitarios para que Ottawa cambie un acuerdo con los Estados Unidos que, según dicen, está alentando a las personas a ingresar a Canadá fuera de los puertos de entrada oficiales.
De las 7,612 personas que cruzaron ilegalmente el país durante los primeros cuatro meses del año, 7,307 llegaron a Quebec, 2,479 solo en abril, un aumento del 32 por ciento desde marzo.
Manitoba y Columbia Británica recibieron el resto, con cerca de 150 solicitantes de asilo que ingresaron a esas provincias hasta el momento en 2018.
El gobierno de Quebec dijo que las proyecciones sugerían que podría haber hasta 400 cruces por día este verano, en comparación con 250 en 2017.
En los últimos meses, el número de nuevos arribos ha aumentado dramáticamente, con muchos refugiados potenciales que vienen de Nigeria después de pasar solo cortos períodos de tiempo en los Estados Unidos antes de abordar los autobuses destinados a la frontera.
Stephan Reichhold, director de un grupo con sede en Montreal que representa a 140 organizaciones de Quebec que trabajan con refugiados, inmigrantes y personas sin estatus, dijo que no está claro exactamente por qué los nigerianos están llegando a Canadá en mayor número.
«Se han tomado muy pocas decisiones con respecto a las llegadas recientes de la Junta de Inmigración y Refugiados», dijo. «Así que no sabemos mucho sobre qué base reclaman asilo en Canadá».
Pero una mirada rápida a los informes de noticias de ese país cuenta la historia de una región plagada de conflictos.
El informe de Amnistía Internacional de 2017-18 sobre el país detalla la violencia perpetrada por el grupo militante yihadista Boko Haram, y señala que Nigeria tiene 1,7 millones de desplazados internos.
«Los militares arrestaron arbitrariamente y retuvieron a miles de jóvenes, mujeres y niños en centros de detención en todo el país», indica el informe, mientras que «la violencia entre comunidades vinculada a los persistentes enfrentamientos entre pastores y comunidades agrícolas resultó en más de 549 muertes y el desplazamiento de miles en 12 estados».
Reichhold dice que su grupo está tratando de persuadir a los partidos políticos de Quebec para presionar a Ottawa para que ponga fin al llamado Acuerdo de Tercer País Seguro firmado con los Estados Unidos. Entró en vigencia en 2004.
El acuerdo obliga a los solicitantes de asilo a presentar un reclamo en el primer país al que llegan, excepto si se cruzan en un punto de entrada ilegal.
Reichhold dice que suspender el acuerdo probablemente no reduciría el número de solicitantes de asilo, pero disminuiría el estigma asociado con las personas que cruzan «ilegalmente» a Canadá.
Además, el acuerdo se firmó cuando los dos países tenían sistemas de refugiados «comparables», que según él ya no es el caso debido a las estrictas políticas de inmigración de la actual administración de los Estados Unidos.
La oposición oficial de Quebec, el Parti Quebecois, ha pedido a Ottawa que suspenda el acuerdo.
El ministro de Seguridad Pública, Ralph Goodale, dijo a principios de este mes que su gobierno estaba en conversaciones exploratorias con Estados Unidos para reabrir el trato.
Además de los cruces fronterizos ilegales, 7.810 personas llegaron a un punto de entrada oficial de Canadá (terrestre, marítimo o aéreo) y solicitaron asilo en los primeros cuatro meses de 2018.
Aproximadamente el 65 por ciento de ellos estaban en Quebec y alrededor del 30 por ciento en Ontario.
