Trump continúa empujando barreras con órdenes para construir un muro en frontera con México y expandiendo las deportaciones.
Donald Trump se está movilizando para construir un muro alrededor de la frontera entre México y Estados Unidos, en seguimiento a la base de su promesa al lanzar su carrera a la presidencia.
Ha dado órdenes ejecutivas, que incluyen instrucciones para cortar el financiamiento federal de las ciudades y estados que se rehúsan a la ayuda para deportar inmigrantes ilegales y a expandir el número de inmigrantes objetivo para deportación- dando efecto a la promesa central de su agenda política: Que la inmigración es un riesgo a la economía y a la seguridad de su país.
“Construir esta barrera es más que una promesa de campaña, es un primer paso de sentido común para asegurar realmente nuestra frontera. Dice el vocero del Presidente Trump, Sean Spicer a los reporteros en la Casa Blanca el día miércoles.
“Esto cortará de raíz del flujo de droga, el crimen, inmigración ilegal a los Estados Unidos”. A pesar de las órdenes del Presidente Trump, el plan enfrenta enormes obstáculos, incluyendo batallas de propiedad de tierra que podrían retardar la actual construcción por años y un considerable precio que podría causar la oposición de los legisladores.
Que más, los expertos en inmigración dicen que un muro no tendrá efecto, porque el flujo de inmigrantes ilegales de México se ha reducido de manera considerable en los últimos años.
Las acciones del Presidente continúan una semana torbellino en la cual el se ha movido rápidamente para mostrar lo que mantendrá sus controversiales promesas que lo lanzaron a la oficina.
Dos días después de empujar a su país fuera de la Acuerdo del Transpacífico y reiterar su promesa de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, continua su empuje por tirar barreras – económicas y física- alrededor de las fronteras de Estados Unidos. Y lo más tan pronto como pueda, pretende tomar medidas drásticas contra la inmigración, con la prohibición de refugiados y suspensión de personas de siete países en el Oriente Medio y África.
El muro en la frontera lucido en el primer discurso de campaña del Presidente Donald Trump hace 18 meses fue la promesa que lo caracterizo: Seguidores coreando “Construir el muro” regularmente en sus congregaciones, mientras que sus opositores lo etiquetaban como una promesa excéntrica con un trasfondo racista.
“Con las órdenes ejecutivas tomadas esta semana y las ordenes que se esperan para finales semana, el Presidente Trump continuará con las políticas que marcaron la fea intolerancia de su campaña. Estas órdenes solo profundizarán el daño de la división que Trump prometió sanar” dice Richard Cohen, Presidente de Southern Poverty Law Center, en una declaración. “Como los rascacielos que cargan su nombre, un muro al sur de la frontera sería más que un monumento a la vanidad de Trump.”
Las órdenes del Presidente instruidas por John Kelly, el nuevo Secretario de Seguridad Nacional, para “tomar todas las medidas apropiadas para planificar de inmediato, diseñar y construir un muro alrededor de la frontera” y para suspender el subsidio federal a las “Ciudades Santuario”- jurisdicción que ha tomado políticas de no procesar inmigrantes ilegales. También se ha ordenado comenzar a ejecutar deportaciones a los inmigrantes que se tienen como objetivo por haber tenido cargos criminales, o que podrían haber cometido alguno, sin importar si ya han sido condenados.
La orden no especifica la forma exacta del muro. Durante la campaña, el Presidente Trump dijo que sería una barrera de 30 a 60 pies de altura, más alta que el muro de Berlín o el muro de la vergüenza en Israel. Dijo que este cubriría al menos 1,600 kilómetros de los 3,200 kilómetros de la frontera, enfocándose en las áreas donde no existen barreas naturales para cruzar.
Poner en marcha el plan que prometió, podría ser muy costo y llevaría un largo tiempo.
“El problema logístico y legal que el tendrá que enfrentar será realmente insuperable- construir un muro como el que ha descrito es simplemente fantástico. “Esto nunca pasará” dice David Brier, un analista de políticas inmigratorias, con el Instituto Cato, un centro de estudios libertario en Washington. “¿Será construida algún tipo de barrera física? Absolutamente, pero no será nada parecido a lo que el ha descrito.
Por una parte, Bier señala que gran parte de la tierra en la cual sería construido el muro, es propiedad privada o controlada por grupos indígenas.
Los propietarios indispuestos a cooperar con la construcción del muro han probado ser un obstáculo anteriormente, limitando más el intento de cercar la frontera, y podrían atar la construcción por años mediante batallas judiciales.
Usan exploraciones de los costos de vallas en la frontera más pequeñas, el sr Bier y otros investigadores han estimado que el costo de la construcción sería de $25 mil millones a $31 mil millones de dólares, entre el doble y el triple de lo que Trump estima.
El presidente Trump ha prometido forzar al gobierno a reembolsar a los estados unidos por los costos de construcción pero el Presidente Enrique Peña Nieto se ha negado inmediatamente. No está claro si Estados Unidos tiene suficiente influencia económica para forzar dicho pago, o si el Congreso podría aprobar tan enorme suma sin alguna garantía de pago. El Presidente Enrique Peña Nieto canceló la visita que tendría el día miércoles 1 de febrero, en respuesta a la orden de Trump de construir el muro en la frontera, dijo un oficial superior.
En cualquier caso, no está claro si el muro servirá para algún propósito. No son únicamente inmigrantes en general, quienes cometen crímenes de la misma manera que los Americanos nativos- un análisis realizado por los académicos Ramiro Martinez, JR y Matthew T Lee del valor de los estudios de un siglo, mostraron que los inmigrantes tienden a ser un menor porcentaje en las estadísticas criminales compradas con los nativos,- pero la inmigración ilegal proveniente de México se ha detenido ampliamente.
Un estudio del Centro de Investigación Pew de Seguridad Nacional muestra que el número de Mexicanos inmigrantes en Estados Unidos, la mayoría de ellos ilegales, alcanzaron 12 millones en 2008, después cayeron a 11 millones. Esto a mantenido constante desde entonces, significando que la inmigración proveniente de México a Estados Unidos es efectivamente cero.
Douglass Massey, un profesor de Princeton y co-director del Proyecto Mexicano de Migración atribuye este cambio a la disminución de la tasa de natalidad y a la falta de presión económica en los jóvenes Mexicanos para emigrar a Estados Unidos.
“Con la red de indocumentados en cero, la frontera está bajo control, como siempre será” Profesor Massey argumentó en un ensayo en la revista Política Extranjera el año pasado, diciendo que el plan de Trump efectivamente gastaría “miles de millones de dólares más en ejecutar una solución a un problema que ya no existe mas.”
Se espera que el Presidente Trump de otro paso hacia otro movimiento anti inmigrantes, excepto la mayoría de refugiados en todo Estados Unidos y suspendiendo todas las visas para las personas en Siria, Irak, Irán, Libia, Somalia, Sudan y Yemen hasta que el país pueda poner en marcha una rigurosa investigación a los inmigrantes.
Este cambio será su intento para satisfacer una promesa de campaña de suspensión a musulmanes entrando a Estados Unidos, una promesa tan controversial que aun los partidarios Republicanos de sus rivales para la nominación abierta lo describen como una fascista en los mítines de campaña.
La acción probablemente se llevara a la corte con bases de discriminación, pero algunos expertos legales dicen que el Presidente Trump tiene la autoridad de hacer esto.
Stephen Yale-Loehr, quien ha practicado ley de inmigración por 30 años y da clases en la Universidad Cornell, dice que la ley da al Presidente amplia discreción a cerca de a quien permitir entrar a Estados Unidos. Además la ley impide al gobierno prohibir a las personas basadas en su nacionalidad, Prof Yale-Loehr sostiene que el movimiento de Trump por una prohibición temporal podría ser confirmado en la corte.
“En general, cualquier Presidente ha tenido una amplia autoridad sobre a quién admitir en Estados Unidos, desde toque de inmigración, soberanía nacional y relaciones internacionales”, dice el. “También, en general los tribunales difieren a las acciones que toma el presiente en materia de inmigración. Por consiguiente, mientras las demandas pueden ser presentadas desafiando las órdenes ejecutivas del Presidente Trump acerca de los refugiados y los solicitantes de visa en el extranjero, probablemente fallen.
Independientemente de la legalidad, el Presidente Trump avanza en busca de expandir el alcance de la ley de inmigración, tanto es así que el gobierno podría carecer de recursos para poder aplicarlas.
Profesor Yale- Loehr apunta particularmente a la orden de expandir el número de inmigrantes que se tiene como objetivo de deportación.
“Quizá se encuentre con la realidad de que no hay suficiente personal para procesar estas órdenes” dice el profesos Yale-Loehr, “Pero realmente va a cambiar la perspectiva pues es una expansión realmente grande”.
Fuente: theglobeandmail.
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http://www.laizquierdadiario.com/Donald-Trump-y-su-muro-de-la-ignominia
